Ya hemos vuelto de vacaciones. Las vacaciones se han hecho para descansar. Eso dicen. Pero con tres pequeñajos de 2 años y medio que tienen una energía inagotable eso es casi imposible. No, no hemos descansado mucho este año pero hemos disfrutado una barbaridad con ellos.
La playa les gusta poco, la verdad. Esto de la arena que se mete por todos lados y el agua que encuentran fría y va y viene sin avisar no va con ellos. Espero que el verano que viene la disfruten mucho más porque los intentos de este año han sido un pelín estresantes, para que engañarnos.
Peeeeero... la piscina es otra cosa!!! Agua más calentita, nivel que ellos controlan, césped en el que jugar sin la molesta arena...
Si, definitivamente este año la piscina ha sido la reina de las vacaciones.
Otra de las cosas que nos gusta hacer con ellos en vacaciones es salir a comer o cenar fuera. Debo decir que se portan bastante bien y que comen casi de todo, así que buscamos sitios con trona (o me llevo las plegables) y con sitio suficiente para que cuando terminen de comer puedan estar sin molestar a los demás. Y me gusta que vayan aprendiendo a comportarse en los sitios, aunque como niños que son, tienen días de todo. Aún así, como digo, se portan muy bien y no es un problema salir con ellos.
Y aunque las vacaciones son días de pasar de horarios y dejar la rutina para la vuelta, hemos procurado mantener la costumbre de la siesta, que les viene fenomenal para reponerse de la mañana y volver a la carga por la tarde.
Os dejo un pequeño video de como se lo han pasado. Besos a todos.
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